domingo, 8 de febrero de 2009

La Chirimía López Peña en la revista taurina "La Temporada"

LA MILENARIA CHIRIMÍA… DE MESOPOTAMIA A AUTLÁN DE LA GRANA JALISCO

Por Chirimiyero Mayor de Autlán
Profr. Manuel López Morales
Perteneciente a la Asociación Jalisciense de Chirimiyeros


México es un país rico en tradiciones, lleno de magia, de color, de ese sabor a barro y nostalgia que tanto nos gusta, y es que si bien es cierto que nuestras tradiciones han sido adoptadas por infinidad de hombres y mujeres, no podemos dejar de aseverar que una de las más representativas manifestaciones de nuestro pueblo ha sido la música. Esa manifestación maravillosa que habla de nuestras penas, alegrías sin sabores y dichas: LA MUSICA MEXICANA, ella lleva consigo el corazón de quien la escucha, pero también el sentir de quien con su voz o instrumento musical y talento saben hacerla inmortal.
Al hablar de chirimías los etnomusicólogos nos hacen la recomendación como punto de partida: Mesopotamia.
Mesopotamia esta caracterizada por que la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates han sido siempre territorio en el que se han establecido diversas culturas, todas ellas han dejado importantes influencias musicales. En el año 4000 a.c. se establecieron los Sumerios, luego los Acadios o Babilonios, los Asirios y también los Hititas, Casitas, Elamitas y Persas, hasta que finalmente se produjo la entrada de Alejandro Magno en Babilonia en el año 331 a.c. Mesopotamia ha sido centro de influencia de diversos países circundantes como: los Árabes al sur; Hititas, Fenicios, Egipcios y Griegos al oeste, Irán y tribus Indo germánicas al norte; y al este casi hasta la India. Por este motivo la música de Mesopotamia sobre todo sus instrumentos se hayan en esos y otros países, aunque a veces considerablemente modificados.
En la Edad Media, la chirimía estuvo a punto de desaparecer por las invasiones Nórdicas que impusieron sus propios instrumentos musicales en Europa. A la civilización Islámica de Árabes y Moros se debe nuevamente la reimportación de la chirimía y la Dulzaina a la península Ibérica y fue por causa de la dominación Árabe en España por casi ocho siglos - a partir del siglo VI aproximadamente –en la que a través del mestizaje y la herencia de sus tradiciones artísticas culturales, le dieron a este país el conocimiento de estos instrumentos musicales de doble lengüeta.
Con el descubrimiento de América, en 1492, España trajo consigo a las culturas colonizadas el uso de la chirimía, y tocó a los frailes impartir este conocimiento.
Al referirnos específicamente a Autlán de la Grana Jalisco, es a la llegada del encomendador Hernán Ruiz de la Peña –el cual fundó Autlán en 1543-, traer consigo a los frailes franciscanos hijos de San Francisco y correspondió al padre Fray Pedro de la Concepción iniciar a construir la iglesia –hoy la parroquia del Divino Salvador-, y también enseñar a los indígenas la construcción, técnica y música de la chirimía. Nuestra chirimía inició bajo las órdenes eclesiásticas interpretando música religiosa. Al correr del tiempo incursionó en la música profana y es desde 1831 que anuncia la llegada del carnaval.
Se recuerda con cariño a chirimiyeros del siglo pasado como a Don Chon Carrillo de principios de siglo, a Don Felipe el pitero, al señor Sotero, a Don Alfonso Ventura y a José Arias y a nuestro ultimo chirimiyero Don Toribio Morán Rayas y sus hijos Rogelio, Carolina y Javier Morán Gaviño. Hoy la actualidad es otra y urgía la renovación de nuestra tradición con músicos autlenses, profesionales y capaces de resurgir la música de la chirimía. Su repertorio y nuestra tradición.
Por eso desde 2005 contamos con la “Tradicional Chirimía López Peña de Autlán de la Grana Jalisco” del Chirimiyero Mayor profesor Manuel López Morales y sus compañeros al tambor su hija Dhayana Guadalupe López Peña, la joven María Lidice Maldonado Suazo, el señor José Luis Mendoza Alvarado y desde hace dos años el Sr. Javier Aréchiga Hernández orgullosamente de la familia Aréchiga Hernández de “LOS TIGRES DE LAS MONTAÑAS”.

¡ VIVA NUESTRA TRADICIÓN !POR QUE SIN CHIRIMIA NO HAY FUNCIÓN!
Texto publicado en la revista taurina La Temporada.

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